El Refugio del Caos

Aquí, donde habitamos, donde la realidad se revela cada vez más compleja e implacable, la necesidad de crear espacios de resguardo y sanación se vuelve imperativa. Desde esa búsqueda, esa voluntad de encontrar un lugar donde el espíritu pueda aferrarse a la atadura de la creación y, en ella, descubrir un sentido de esperanza y pertenencia.

Al final del siglo pasado en Cuernavaca Morelos, 4 artistas reunidos que compartían más que motivos y estéticas; sembraron los inicios de una comunidad alrededor de la creación. En esencia, enunciadores de una misma vocación, abriendo caminos hacia lo desconocido desde perspectivas distintas que coinciden en esta alianza, que se sitúa en las fronteras del frenesí, la memoria y los rincones olvidados de la psique. La amistad que los une trasciende la mera colaboración; son compañeros que se han encontrado al borde de sus creencias, en un acto de resistencia contra la disolución del “yo”, el en que el “yo” como para Nietzsche es "un río de procesos en constante cambio" (La voluntad de poder, 1897). En un acto casi sagrado, insisten en aferrarse a la creación, aún cuando sus mentes parecen desgarrarse, como un acto de fe en la curación que la expresión artística puede ofrecer.

En el presente, la comunidad Wundland vuelve a cultivarse en Valle de Bravo presentando sus primeras producciones en este nuevo comienzo de Galería L. Edificándose en el reconocimiento de la fragilidad, en la exploración de lo finito y lo infinito, en ese abismo que se hace presente en cada pieza, en cada trazo, en cada gesto. La filosofía que los une se fundamenta en la aceptación del desorden, en la búsqueda de paz en medio del tumulto, enfrentando sus propios límites físicos y existenciales.

Aquí, donde habitamos, encontramos un destino común, una última frontera donde convergemos: la finitud del alma y del cuerpo. El caos no es destrucción, sino un espacio de transformación y entendimiento, un recordatorio de que, en medio del desorden, también podemos hallar un refugio en el caos.

Veronica Rosas